No obstante, las críticas hacia Wii U en la prensa especializada parecen tener menos que ver con las frías cifras de mercado que con impresiones subjetivas de hacia dónde apunta el mercado de videoconsolas. Por desgracia para ellas, la mayoría parecen repetir argumentos usados contra Nintendo en el pasado que la experiencia ha demostrado que estaban equivocados. Hagamos un repaso de las predicciones más habituales:
- La nueva interfaz no atraerá a los consumidores. Sí, por supuesto, una doble pantalla es tan complicada que la Nintendo DS "sólo" logró vender 152 millones de unidades. Qué difícil era atraer al consumidor con dos pantallas, ¿verdad? Por no hablar de los horrendos mandos para la Wii, que atrajeron a apenas 97 millones de compradores. Las críticas no faltaron en su día. Incluso ahora hay gente que se sigue quejando de la Nintendo DS y de la Wii. Que sí, que hubo gente tras la compra que quedó decepcionada, pero no estamos hablando de impresiones con amigos de nuestro mismo estilo de jugar, sino de ventas de decenas de millones. Las cifras son las cifras.
- Faltará el apoyo de las third-parties. Ríos de tinta han corrido sobre la relación de Nintendo con las third-parties, y me temo que es un tema que no se resolverá ahora. Sin embargo, de todos los fabricantes de hardware, Nintendo es el único que prácticamente podría sobrevivir sólo con su software. Mario, Zelda, Pokémon... Los compradores de máquinas Nintendo buscan ante todo catálogo de Nintendo o experiencias alternativas, no third-parties tradicionales.
- La competencia de móviles y tabletas le comerá el mercado. Eso mismo se dijo hace no mucho sobre la Nintendo 3DS, pues era lógico pensar que las consolas portátiles serían las primeras víctimas del empuje de tabletas y teléfonos móviles. Y si bien es cierto que la 3DS pasó por estrecheces y que la PSVita anda a traspiés, no es menos cierto que es más bien un tema de precio; en cuanto la 3DS recortó el suyo, sus ventas se dispararon y hoy por hoy andan por la cifra de 25 millones de unidades vendidas. Especialmente en Japón, al que no se le puede acusar precisamente de ser el mercado de móviles más subdesarrollado del mundo.
- Nintendo no obtendrá beneficios por las consolas vendidas. Ahí sí que hay parte de razón, en tanto Nintendo solía tener la costumbre de vender sus consolas a un precio que le permitiese obtener réditos por cada unidad vendida. Después del fiasco inicial de Nintendo 3DS, esa estrategia ya no es posible. Sin embargo, no se suele decir en alto otra observación de Nintendo: con tal de que el consumidor compre un juego para su recién adquirida Wii U, ya empezarán a ver beneficios. No será un margen muy grande, pero dado que nadie compra videoconsolas simplemente para tenerlas de adorno en el salón, el tema de las pérdidas no será tan grande como en un principio se podía creer.
En general, el tema de las predicciones sobre Wii U se reduce a una cuestión de fe. Por una parte, los que, por la trayectoria pasada de Nintendo, confían en que la Gran N haya sabido adelantarse a los tiempos otra vez y ver lo que otros no han visto. Por otra parte, los que creen que la racha de buena suerte no puede durar eternamente y que tarde o temprano Nintendo se pegará un costalazo. Estoy seguro de que ese día llegará y que los de Kioto sufrirán en el futuro por un exceso de confianza, pero no creo que ese momento haya llegado. Todavía no, al menos.