Nintendo ya ha anunciado
Wii U con datos técnicos, fechas de salida, precios y más novedades para el catálogo de la nueva consola. Se habla de ello en todos los sitios de videojuegos, y si queréis más datos os invito a pasaros por el blog de
Otakufreaks, porque en este artículo voy a tratar uno de los cuatro pilares del marketing referidos a la Wii U:
el precio.
Empecemos diciendo que Wii U va a tener
dos modelos, Basic (en blanco) y Deluxe (en negro). El primero tiene consola de 8 GB, pad con cargador, cable HDMI y poco más, por
300 dólares. La edición Deluxe cuenta con consola de 32 GB y viene en pack con el juego
Nintendoland. Todo el paquete por
$350. Eso en precios americanos. En Japón son un pelín diferentes, 26.250 yenes por el modelo Basic (unos 338 dólares o 262 euros), y 31.500 yenes por el Deluxe
sin pack con
Nintendoland (unos 405 dólares o 314 euros). ¿Y en Europa? El precio queda a libre albedrío de los distribuidores, pero como nos conocemos muy bien, esperad que sea el mismo precio que los americanos, sólo que cambiando el símbolo del dólar por el del euro. Traducción: los europeos pagan
más caro, pero tienen abierta la puerta a
más ofertas.
Y ahora al meollo del asunto: ¿el precio de Wii U es
caro o
barato? Bueno, en primera instancia, es más o menos el precio que se esperaban los analistas, aunque muchos comentan lo extraño que el pack de
Nintendoland sólo sea posible con la edición Deluxe (y no en Japón, curioso). Sí hay que decir que, cuando salga en noviembre, Wii U será
la consola más cara en los estantes y también la consola más cara que ha sacado Nintendo jamás. Veamos una comparativa de precios de salida de otras consolas de sobremesa, cortesía de
Gamasutra:
Estas cifras tienen trampa. Primero, porque no están ajustadas a la inflación. Si tuviéramos que compararlo con el poder adquisitivo real de hoy en día, la super-cara PlayStation 3 resultaría más barata que la Atari 2600 y la Odyssey, y la Wii U no hace mucho más daño a los bolsillos que la Wii original. Por no hablar de las rebajas de precio posteriores, claro. PS3 tuvo que bajar de precio en menos de un año, mientras que Xbox 360 tardó 18 meses en hacerlo. La Wii, en cambio, se asentó cómodamente en sus 250 dólares/euros durante casi tres años, dejando claro que su precio de salida había sido el indicado en la curva de oferta-demanda. Claro que esos eran tiempos de bonanza económica, no con la crisis que estamos viviendo ahora.
La pregunta está en el aire: ¿han elegido bien el precio para la Wii U?
En una entrevista exclusiva a Gameindustry, el presidente de Nintendo América reconoce que a la Gran N no le suelen gustar las
estrategias de precios en el marketing. Vamos, que prefieren poner un precio de salida justo y que se quede ahí quieto durante el mayor tiempo posible. Pero, ay, hasta él debe admitir que con la
Nintendo 3DS calcularon mal y tuvieron que tragarse su orgullo y sus planes iniciales y meter la tijera a fondo. Realmente es ese antecedente el que despierta dudas sobre el precio de Wii U y no las características de la consola en sí. De momento, prefiero no hacer vaticinios. El precio está bastante ajustado a lo esperado, pero con una crisis económica las reglas pueden cambiar. Estas Navidades el mercado decidirá.