El Centro Internacional de Historia de los Juegos Electrónicos (ICHEG) ha anunciado la adquisición de 7.000 videojuegos japoneses de 22 plataformas diferentes. El objetivo es que sirvan de documento del auge de los videojuegos japoneses tras la debacle mundial de 1983.
La colección, reunida por los franceses André and Sylvio Hodos, incluye títulos de Nintendo, Sega, NEC y Pioneer, entre otros. Abarca desde títulos mundialmente conocidos como Super Mario Bros., Pokémon y Final Fantasy, hasta rarezas como Kunio-kun no Dodgeball da yo Zenin Shuugou! Tournament Special Gold Cartridge o All Star Power League Gold HuCard, ambos juegos de edición limitada que fueron los premios de un campeonato.
El ICHEG forma parte de The Strong, una institución de Rochester, Nueva York, dedicada al estudio de los juegos en general. La colección de videojuegos del ICHEG es una de las más extensas del mundo, y está pensada para su uso educativo y de investigación. Pues uno de los grandes problemas de la industria del videojuego, al igual que ocurrió con el cine en su día, es la falta de aprecio por su propia historia. Iniciativas como esta permiten la conservación de un material histórico cada día más escaso que pueda servir a futuras generaciones para que sepan cómo se originó y evolucionó una de las industrias audiovisuales más potentes del mundo.
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