Buenas noticias para Microsoft. Su última consola, la Xbox One, ha vendido 3,9 millones de unidades, según su último informe de resultados. Sumadas a las 3,5 millones de Xbox 360 vendidas, se trata de una cifra por encima de lo esperado. Esta y otras buenas sorpresas han hecho que los beneficios de Microsoft suban un 2,8%, hasta los 6.558 millones de dólares.
Estos datos suponen una alegría para Steve Ballmer, el tan a menudo denostado jerarca de la compañía en sus últimos días antes de pasar el relevo. Aún así, las 3,9 millones de Xbox One vendidas todavía están por detrás de las 4,2 millones de PS4. Claro que Xbox One se vende en menos mercados, pero PS4 aún no ha aterrizado en Japón, donde se supone que tendrá muy buenas ventas. En cualquier caso, es otro dato positivo más para una industria que parece salir del callejón oscuro en que estaba atascada.
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