Si rectificar es de sabios, la sabiduría de Microsoft debe estar por las nubes. En una ronda de
preguntas y respuestas para IGN, la compañía de Redmond ha revelado que Kinect
no tendrá por qué estar siempre conectado para hacer uso de las funcionalidades de la consola (excepto aquellas que no puedan utilizarse sin otra cosa que Kinect, claro está). Aunque la Xbox One está pensada para hacer uso de Kinect todo el tiempo, al igual que la conectividad online, el sensor-cámara de movimientos podrá ser desconectado por los usuarios sin mayores complicaciones.
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"I see you" |
Esta nueva marcha atrás se une a la
larga lista de cambios que ha hecho Microsoft desde que reveló las
políticas draconianas de su nueva consola. En el caso de Kinect, habrán tenido que ver tanto razones prácticas (si el sensor se estropea, ¿no habrá manera de jugar a la consola?) como otras razones más siniestras. A las revelaciones en IGN se suman las
declaraciones de un responsable de relaciones públicas de Microsoft en NeoGAF, reconociendo que hay mucha gente que no se sentiría "cómoda" con una cámara espiando las 24 horas del día (nadie se fía de las políticas de privacidad, me temo).
Microsoft no ha dicho nada de vender una versión básica de Xbox One sin Kinect, pero dado que el sensor de movimientos hace que su consola vaya a resultar 100 dólares más cara que la PS4, nadie pone la mano en el fuego por que la compañía no vaya a dar marcha atrás en eso también.
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