Si hay un Final Fantasy que ha causado polémica en una saga que nunca ha estado exenta de debate, ése ha sido sin duda Final Fantasy XIII. Indudablemente hermoso en su potencia gráfica, pero más cuestionable en otros aspectos, la nueva entrega numerada de la saga no obstante consiguió unas ventas aceptables. También dio a luz a una secuela y pronto a una segunda secuela, pues Square-Enix no piensa dejar de exprimir la gallina de los huevos de oro hasta sacarle todo su jugo.
Con perspectiva, es fácil de adivinar dónde se empezaron a torcer las cosas viendo los traileres. En una interesante retrospectiva sobre Final Fantasy 7, en Eurogamer señalaban que, aunque la aventura de Cloud fue una de las más caras hechas hasta entonces, más dinero aún se dedicó al departamento de marketing. ¿Y qué vendió el marketing? Como recordaréis en el análisis del anuncio que hice en su momento, se vendió Final Fantasy VII como una película. Tuvo un efecto positivo, ya que atrajo a un público que de otro modo jamás habría probado un RPG, pero también sembró las semillas del desastre.
Porque Final Fantasy VII era mucho más que una película interactiva, era un RPG muy grande y completo, heredero de los trabajos anteriores de Square, por lo que las escenas CG eran simplemente la guinda del pastel, pero la empresa debió entenderlo al revés. Eso explicaría, por ejemplo, por qué se lanzaron a la aventura con la película Spirits Within que fue un rotundo fracaso comercial que arruinó a la compañía. Lo peor es que es una moda que se ha extendido, no sólo en Final Fantasy (como se ve en este trailer) sino a otras sagas y géneros diferentes. Cuando se olvida que de un videojuego hay que vender el juego, no sólo el vídeo, el marketing empieza a tener una deriva peligrosa que arrastra al desarrollo también.
Interesante, pal tweeter va XD.
ResponderEliminarNunca se me hubiera ocurrido de ese modo.
Es una tendencia que me inquieta, no sólo en Final Fantasy. No creo que vaya a cambiar en el futuro, por desgracia.
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