Sin hacer mucho ruido, Microsoft ha publicado todos los detalles sobre la Xbox One en una web oficial. Tras muchos rumores, declaraciones y contradeclaraciones (que está claro que Microsoft no se esperaba, de ahí que hayan hecho este movimiento con tanto retraso), ahora tenemos la confirmación. Hay cosas que gustarán más y otras que gustarán menos, así que vamos a despiezarlas una por una.
Conexión permanente... cada 24 horas
Me temo que aquí los rumores decían la verdad. Aunque no es exactamente una conexión permanente, la Xbox One requerirá que te conectes al menos una vez cada 24 horas para poder jugar. De pasar el plazo, será imposible jugar hasta que vuelvas a conectar la consola a Internet. El plazo es menor, de sólo una hora desconectado, si estás jugando en la consola de un amigo (la Xbox One asociará tus juegos a tu cuenta, así que puedes jugar a tus juegos en cualquier Xbox One una vez los hayas instalado en la tuya). Esta barrera no afecta a los servicios de TV o para ver películas.
Intercambiar juegos, más difícil que nunca
Microsoft está empeñada en asociar los juegos a una cuenta personal e intransferible. Como eso haría difícil compartir juegos entre amigos y familiares (o invitados, clave en el éxito de Wii), la Xbox One aceptará que en tu consola física cualquiera pueda jugar y que puedas compartir los juegos de tu librería online con "hasta 10 familiares" (¡qué generosos!). ¿Y qué pasa si lo que quiero es prestarle un disco a un amigo? En un arranque de magnanimidad, ni Microsoft ni las editoras te cobrarán nada por hacer eso... siempre que la persona a la que le prestes el disco haya estado registrada en tu lista de amigos durante al menos 30 días y que el intercambio se haga sólo una vez.
En la segunda mano, Microsoft se lava las manos
Los rumores apuntaban a que quien adquiriese juegos de segunda mano para Xbox One tendrían que pagar el precio entero si querían usarlos. Microsoft matiza esta afirmación. Primero, no será Microsoft quien cobre ese dinero, sino las empresas editoras. Segundo, la cantidad que se cobre (incluido que sea gratis) depende de cada editora. Microsoft simplemente pone esa posibilidad a disposición de las editoras, nada más. En cuanto a conceptos como préstamo o alquiler, Microsoft todavía no sabe qué va a hacer, pero están trabajando en ello.
Kinect no será imprescindible
Era una queja menor (en comparación con las anteriores), pero mucha gente temía que sin Kinect encendido no se pudiese utilizar Xbox One (como el estúpido escritorio para tabletas que aparece en Windows 8). Afortunadamente, eso no será así y se podrá utilizar la mayoría de las funcionalidades de la consola con otros controladores. Las excepciones serán aplicaciones y programas pensados específicamente para usar Kinect. En otro gesto de marcado "altruismo", Microsoft promete que los datos captados por Kinect (tu cara, tus gestos, tu ritmo cardíaco, etc.) no saldrán de la consola sin tu permiso. Qué majos.
Veredicto final: Es triste decirlo, pero los peores temores se han cumplido: la Xbox One sí es tan draconiana como parecía en un principio. Priorizan la "máquina para todo" (para un público ocasional), con una mentalidad de "siempre conectado" (no sólo Internet; está pensado para que la consola esté siempre enchufada, y a la porra el ecologismo) mientras que vigila con lupa a los jugadores (los que deberían ser el principal público objetivo), que no sólo son considerados piratas en potencia, sino que encima se les niega otras posibilidades completamente legales, que quedan al albedrío de la avaricia de las empresas editoras. Si los rumores que apuntan a Sony planeando cosas parecidas para PS4 son ciertos, Nintendo podría encontrarse con una ayuda inesperada para su Wii U.
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