miércoles, 22 de mayo de 2013

La Xbox One de Microsoft

Nada de Xbox 720. La nueva máquina con la que Microsoft pretende conquistar el salón de la casa se va a llamar Xbox One, quizás porque si seguían aumentando el número de 360 en 360 iba a quedar un nombre de marca la mar de impronunciable. La nueva consola se presenta en un sobrio color negro y viene cargada de novedades que vamos a desentrañar a continuación.


Kinect y el salón de la casa
El gran invento de Microsoft en la pasada generación para no quedarse a la cola respecto a la todopoderosa Nintendo va a venir incluido de fábrica en todas las Xbox One. En su afán de convertir la consola en el centro del salón, Kinect permitirá no sólo jugar a juegos con lector de movimiento, sino también acceder a distintas funciones multimedia con reconocimiento de voz. Eso sí, el servicio de televisión de Xbox One al principio sólo va a estar disponible en EEUU y al parecer requerirá hardware adicional (vamos, comprar más extras).

Sony gana la carrera
Si la pasada generación ya se vio que el Blu-Ray de Sony había adelantado a sus rivales, el que la nueva Xbox incluya lector de Blu-Ray es otra demostración de que, por mucho que se empeñe Molyneux, Xbox 360 no acertó con sus estrategias pasadas. En cuanto al resto de sus elementos técnicos, la Xbox One contará con un procesador de 8 núcleos, 8 GB de RAM, 500 GB de memoria interna, puertos USB 3.0, WiFi 802.11n y un kernel basado en Windows, algo que le otorga además una interfaz visualmente idéntica a Windows 8 (el horror).

La nube
Una de las cosas que ha querido destacar Microsoft en la presentación ha sido la "nube" (palabra de moda últimamente). La compañía presume de disponer de 300.000 servidores dedicados para Xbox One con los que garantizarán el servicio. Juego online, subida de partidas guardadas, imágenes, vídeos... Todo pasará por la nube (esperemos que no les pase como a SimCity).

Contra la piratería y la segunda mano
Los juegos de Xbox One se instalarán completamente en el disco duro de la consola, así que no hará falta insertar el Blu-Ray para jugar. ¿Buenas noticias, verdad? Pues no, porque estarán anclados a tu cuenta de Xbox Live y a tu consola. A efectos prácticos, podrás jugar en tu consola cuantas veces quieras y podrás invitar a amigos a jugar en tu consola con su cuenta de Xbox Live, pero si quieres instalar el juego en otra consola y jugar en ella tendrás que pagar una "tarifa". ¿De cuánto? No se dice aún, pero algunos adelantan que puede ser el precio completo del juego. Con esto tratan de evitar la piratería, pero de paso también destrozan las posibilidades de que la gente venda sus juegos de segunda mano o incluso intercambie discos con sus amigos. Ah, además no habrá retrocompatibilidad con Xbox 360.

¿Siempre online o no?
La madre del cordero. Microsoft ha dicho que no se requiere conexión permanente a Internet para ver películas o jugar a juegos de un jugador en la Xbox One. Sin embargo, cuando Kotaku ha indagado al respecto, el vicepresidente de la compañía ha dicho que sí necesitará al menos una conexión cada 24 horas para comprobar que todo está en orden (eso explicaría cómo controlarían el uso de juegos prestados, por ejemplo). Vamos, un "siempre online" descafeinado. Microsoft se ha apresurado a comunicar que lo dicho por su vicepresidente es sólo un "escenario potencial" y que todavía están concretando el asunto. Sin embargo, el hecho de que lo estén barajando no augura nada bueno para aquellos con mala conexión de Internet. Por ejemplo, un caso particular, soldados americanos que adoran la Xbox pero que tienen que vivir en bases militares sin acceso a Internet.

Imagen de Quantum Break
Los juegos
Por mucho que hablen de especificaciones técnicas y elementos multimedia, una videoconsola está pensada para jugar a videojuegos. ¿Qué ofrece Xbox One en este sentido? Poca cosa, de momento. Aunque han prometido que la consola contará con 15 juegos exclusivos en su primer año (de los cuales 8 serán series nuevas, no refritos ni continuaciones), no se ha visto mucho. Forza Motorsport 5, dado que pertenece a Microsoft, ha sido muy destacada, al igual que el teaser de Quantum Break, lo nuevo de los creadores de Alan Wake. También han enseñado Call of Duty: Ghosts, FIFA 14 y varios juegos deportivos más, y Ubisoft ha prometido seis títulos para su lanzamiento, entre ellos Assassin's Creed IV y Watch Dogs. Sin embargo, en casi todos los casos se trata de juegos multiplataforma y lo único que ofrece Xbox One es algún que otro contenido exclusivo.

De Halo hay noticias, sí, pero no en formato de juego, sino en formato de serie de televisión con actores reales y la colaboración del mismísimo Steven Spielberg.

Precio y lanzamiento
Como ocurrió con el anuncio de PlayStation 4, Microsoft tampoco ha revelado el precio de su nueva consola (no vayan a asustar a la gente). Tampoco se han mencionado las formas de pago que la compañía está barajando, como la opción de pago inicial + suscripción mensual. De la fecha exacta de lanzamiento no se sabe nada, pero Microsoft promete que la Xbox One llegará este año a las tiendas de todo el mundo. No sería de extrañar que planeen su salida para la campaña navideña o para el Viernes Negro americano.

El vídeo oficial

Conclusiones
Dice Leigh Alexander, editor de Gamasutra, que el anuncio de Xbox One ha sido "un rezo desesperado para detener el tiempo". En un tiempo de smartphones, tabletas y competencia atroz entre aparatos, Microsoft ha vuelto a insistir en su posicionamiento de convertir la Xbox en el centro del salón de la casa. Lo cual estaría bien si no fuera porque las casas ya no son como antes. Los salones espaciosos con televisores de tropocientas pulgadas existen, sí, pero son recuerdos del pasado. No porque la gente no los quiera, sino porque en estos tiempos de crisis pocos se lo pueden permitir. Las nuevas generaciones de consumidores (esas con paro disparado, obstáculos insalvables para independizarse y poco dinero en el bolsillo) no buscan un centro multimedia, sino algo que satisfaga bien una necesidad concreta. ¿Y qué debe hacer una videoconsola antes que nada? Ser una plataforma de videojuegos.

No es una lección fácil de aprender. Tanto Sony como Microsoft trataron de conquistar los salones de medio mundo con sus poderosas máquinas, y fueron adelantados en la tangente por Nintendo (un dato que últimamente parece haber sido olvidado). Nintendo es cierto que se durmió en los laureles, pero con Nintendo 3DS parece haber aprendido la lección y prepara una batería de juegos para este año para vencer las últimas reticencias occidentales. Una consola portátil no debe pensar en ser la mejor máquina portátil, porque para eso ya está Apple y compañía, sino la mejor consola (de la Wii U mejor no hablamos, sin embargo).

¿Y qué está haciendo Sony, la empresa a la que Microsoft ve como su verdadera competencia? Pues aunque fueron más tímidos que los señores de Xbox a la hora de presentar la PlayStation 4, parecen ir por el buen camino, centrándose más en la PS4 como una máquina para jugar y haciendo hincapié en que van a presentar el mejor catálogo posible. Pero claro, hasta el día de lanzamiento todo son promesas. Pocas veces una consola sale con un catálogo de renombre y tiene que ir haciéndose con el tiempo. Nintendo tiene sus franquicias de siempre. Sony sabe conseguir buenas colaboraciones y tiene unos cuantos estudios decentes. La pasada generación Microsoft tiró de talonario y se aseguró excelentes exclusivas o le robó la exclusividad a sus rivales. La estrategia le funcionó entonces. ¿Volverá a hacer lo mismo ahora? Más les vale, porque si lo único que me pueden prometer aparte de una interfaz a lo Minority Report es un FIFA con algún extra de más, no me han convencido.

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