No ha sido un camino fácil. La prohibición llevaba en vigor desde el año 2000, cortando de raíz el mercado de videoconsolas en China y favoreciendo el auge exponencial de los juegos de PC, especialmente los online, y móviles. Además, la Xbox One tendrá que cumplir una serie de requisitos para poder venderse legalmente en el mercado chino.
Los primeros requisitos afectan a la fabricación de la consola. Los fabricantes necesitan un socio local (BesTV en el caso de Microsoft) y la producción debe realizarse únicamente en la zona de libre comercio de Shanghái. En cuanto a los juegos, deben tener una versión en chino mandarín simplificado (nada de copiar y pegar las versiones de Hong-Kong y Taiwán), y deben pasar por el escrutinio del departamento de cultura correspondiente, que podrá rechazar los juegos si tienen contenidos que:
- Promuevan el juego y las apuestas.
- Violen la Constitución china.
- Amenacen la unidad nacional, la soberanía o la integridad territorial de China.
- Dañen la reputación, la seguridad o los intereses del país.
- Instiguen el odio racial o dañe tradiciones y culturas étnicas.
- Violen la política china sobre religión promoviendo cultos o supersticiones.
- Promuevan o inciten a la obscenidad, el uso de drogas, la violencia o las pauestas.
- Dañen la moral pública o las tradiciones y cultura chinas.
- Insulten, calumnien o violen los derechos de otros.
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