Es la noticia del día: la histórica compañía Atari se ha declarado en bancarrota, según una noticia de Los Angeles Times. Se acogen al famoso Capítulo 11, que ya conocemos por su papel en la quiebra de THQ. Pero ojo, que aquí hay trampa, porque quien se declara en bancarrota es la división norteamericana de Atari, no su compañía madre, la francesa Atari S.A. El objetivo de la quiebra no es tanto escapar de los acreedores como escapar del control francés.
Para entender esta rocambolesca situación, hace falta una pequeña lección de historia. Aunque ahora los nintenderos se las puedan dar de veteranos en el mundillo de los videojuegos, hay que saber que Atari precedió a prácticamente el resto de compañías. Fue la principal protagonista de la era dorada de finales de los 70 y principios de los 80. Sin embargo, el crash de los videojuegos de 1983 arruinó a la industria americana y Atari cayó en picado. En su día la Warner había comprado la compañía por una millonada, pero tuvo que venderla por una quinta parte de su precio a la juguetera Hasbro. Pero la división interactiva de Hasbro no lo hizo mejor, y al final Atari fue adquirida por la francesa Infogrames, que aprovechó para cambiarse el nombre de marca a Atari S.A.
Vale, si me habéis seguido hasta aquí, vamos bien. Ahora viene el meollo del asunto: los franceses han estado dirigiendo el negocio muy mal. A pesar de tener en su haber sagas como Pong o Asteroids, malas decisiones ejecutivas y estructuras de empresa cosificadas han hecho que pierdan muchas oportunidades y que el valor de sus acciones esté por los suelos. Sus beneficios son escasísimos y se deben en su mayor parte a la histórica división norteamericana, que se ha lanzado al mercado móvil y las redes sociales.
Con esta bancarrota la Atari estadounidense espera librarse del yugo de la empresa madre francesa. La idea es vender en un plazo de 90-120 días sus activos intelectuales por 5,25 millones de dólares. Aunque nada evita que la compañía pueda ser vendida a cachitos, como le va a ocurrir a THQ, es muy probable que los actuales gestores americanos tengan apalabrado un acuerdo con una compañía de inversión para hacer la compra total y renacer como una nueva Atari bajo su control sin deudas con la empresa francesa o su financiadora, la londinense compañía financiera Bluebay. Esperemos que lo consigan, porque los videojuegos no serían lo mismo sin Atari.
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