Bajo la batuta del famoso diseñador Warren Spector, que ha trabajado en títulos tan emblemáticos como Deus Ex y System Shock, la saga Epic Mickey era un intento de llevar algunas de las franquicias más tradicionales de Disney al mundo de los videojuegos. Tampoco es que la compañía del ratón sea una novata en este mundillo. Cada película, cada serie, cada producto de merchandising Disney ha venido siempre acompañado de algún que otro videojuego. Tampoco podemos olvidar curiosos (y fructíferos) experimentos como la alianza con Square-Enix para crear Kingdom Hearts. Sin embargo, en este caso Disney quería tener su propia saga triple A bajo su control. Y fracasaron.
El primer Epic Mickey no vendió mal y rebasó la barrera del millón de unidades vendidas, hasta los 1,3 millones, pero la secuela apenas ha vendido 270.000. Ya lo mencioné en mis artículos sobre THQ: hay una barrera mínima que hay que sobrepasar para sobrevivir. Epic Mickey 2 no llegó ni de lejos. Entre malas críticas y malas ventas, Disney ha decidido cerrar el estudio, con sede en Austin, Texas.
Este cierre dará la razón a aquellos dentro de la compañía del ratón que han querido apostar por el mercado social y móvil antes que por los videojuegos tradicionales. En este sentido, Disney no se ha quedado cruzada de brazos y lleva tiempo haciendo adquisiciones para establecerse como una potencia en este campo. El fracaso de Epic Mickey probablemente signifique el fin de más experimentos en materia de videojuegos, reduciéndose a las licencias puras y duras y a las alianzas con empresas de confianza.
Pues si, mira fue malo 2012, pero es que 2013 ha empezado de una manera que da auténtico miedo, y aún nos queda entrar en el ciclo de cambio generacional...
ResponderEliminarMe da más miedo aún la llegada de Xbox 720 y PS4. Con los kits de desarrollo y la potencia gráfica que van a necesitar, mucho me temo que varias compañías tendrán que cerrar o como mínimo apearse del carro de las videoconsolas de sobremesa.
EliminarEs posible que se acerque el ocaso de las videoconsolas tal y como las conocemos, aunque no porque el mercado no las demande (como piensan muchos agoreros), sino porque los costes de desarrollo se harán prohibitivos. Visto así, cuando se acusa a Nintendo de haberse apedo de la 2evolución natural" de las videoconsolas, debería entenderse más como alabanza que como crítica.