viernes, 11 de enero de 2013

La piratería es un problema, exista o no

Todos sabemos que la piratería es un problema. Sí, sí, hasta los que tienen su consola "tuneada" o The Pirate Bay como página principal lo saben. ¿Pero hasta qué punto es un problema fruto de las ventas reales que se pierden por culpa de los piratas o fruto del miedo que se les tiene? En un revelador artículo de Gamasutra, se apunta a esta segunda situación: no importa el nivel de piratería que haya realmente, lo que importa es el nivel de piratería que las editoras creen que hay.

Hace no mucho saltó la noticia de que hackers habían conseguido piratear la Nintendo 3DS. Aunque ha habido su ración de reacciones positivas por parte de los medios (cómo superar ese sinsentido del bloqueo regional alegraría incluso a un comprador honesto), otros se han echado las manos a la cabeza. La Nintendo DS, por ejemplo, es bien conocida por haber sido pasto de los piratas... aunque luego se vendieran millones de cartuchos. La posibilidad de que ocurra lo mismo en 3DS desalienta a muchos desarrolladores.

Este miedo tiene consecuencias tangibles incluso antes de que haya piratería. Peter Ong, del estudio DreamRift, cuenta que es difícil presentar proyectos arriesgados o lejos de lo convencional a las editoras cuando estas temen que sus juegos vayan a ser pirateados. Se busca ante todo un público mainstream, poco dado a piratear. Que los jugadores más "hardcore" pirateen realmente más o menos da igual; lo importante es lo que crean los responsables de marketing. Así que van a lo seguro: deportes, secuelas, precuelas, spin-offs, licencias, etc. que inundan el mercado de consolas como la Nintendo DS.

Detrás de cada europeo hay un pirata... o eso dicen
Pero hay más: no sólo este miedo a la piratería influye en el catálogo general, sino también en la disponibilidad de ese catálogo. Europa es especialmente sospechosa en materia de piratería (después de todo, tenemos gente del Partido Pirata en el Parlamento Europeo), así que no faltan editoras que deciden no distribuir el juego en el viejo continente o, de hacerlo, no esforzarse mucho en su marketing. Lo cual a su vez crea un círculo vicioso de profecías autocumplidas.

Es un problema de difícil solución, dado que sí hay piratería real. Sin embargo, una respuesta exagerada acaba haciendo daño tanto a la compañía como a los consumidores honestos.

2 comentarios:

  1. Yo no estoy en contra del hackeo de sistemas, de hecho, estoy deseando que se hackee la 3DS más que nada para poder importar juegos de América o Japón que no llegarán a Europa, pero tampoco quiero que 3DS se piratee al nivel que se ha hecho con DS o PSP, que fue brutal.

    Sobre el tema de como afecta la piratería en si, DS y PSP son un buen ejemplo de ello, la DS ha sido más pirateada que PSP, pero igualmente en DS se han vendido muchísimos más juegos que en PSP, la piratería afecta, por supuesto, pero tampoco debe matar una consola, y si no que se lo digan a PSX y PS2.

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    1. Sí, el caso de DS y PSP creo que es buen ejemplo de esto precisamente. La piratería afectó a las dos y en Europa especialmente se miró con desconfianza la piratería en PSP. Sin embargo, las creencias de las editoras fueron distintas en cada caso: en DS se temía la piratería, pero se tenía la noción de que aún se podía hacer dinero; en cambio dieron la PSP por perdida.

      Y es paradójico, porque PSP ha vendido más consolas y videojuegos en Europa que en EEUU. Sin embargo, las editoras piensan que en Europa no merece la pena esforzarse.

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